978-84-15458-20-3
El idolatra
JACK LONDON
Editorial: Eneida Fecha de publicación: 05/02/2013 Páginas: 179Formato: Rústica, 21 x 13 cm.
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Los relatos contenidos en este volumen representan, a juicio de la cr?tica, lo mejor de la narrativa breve de Jack London. Su autor declar? que su m?todo consist?a en Çdescubrir la aut?ntica maravilla de las cosasÈ. Y maravillosas, sorprendentes, intensas y emocionantes son estas narraciones de uno de los m?s grandes fabuladores de la historia de la literatura.Como ning?n otro escritor, Jack London es capaz de conseguir que el lector experimente la sensaci?n de ansiedad, peligro o desesperaci?n que viven unos heroicos personajes enfrentados a s? mismos y a un universo hostil.
Esta colección de cuentos, que recibe el título de uno de ellos, nos ofrece el rostro literario de un London diferente. Nuestro autor ha cambiado los helados escenarios del Norte por otros más urbanos, y la aventura salvaje en las superficies blancas por la reflexión sociopolítica. Los cuentos que integran este volumen son menos conocidos que los del Klondike, pero su carga política y corrosiva los hace asombrosamente actuales. Se trata de asuntos extraordinarios, fantásticos o grotescos, en los que la típica aventura londoniana reviste caracteres angustiosos o catastróficos. Pero estas "parábolas didácticas", con su utopía y crítica social, aún conservan la garra y el interés de sus mejores cuentos. [Edición anotada, con presentación y apéndice](*CR*)
Quan tenia vint anys, Jack London va viure a Alaska durant l’època de la febre d’or. Ullal Blanc sorgeix de
les experiències viscudes aquells anys. En aquesta novel·la London narra la història d’un llop que, a poc a poc i
gràcies a l’amor d’un home, és domesticat.
Cuando León Trotski leyó El talón de hierro a instancias de una hija de Jack London, muchos años después de la aparición de la novela y de la muerte de su autor, se declaró sorprendido y admirado por lo que creyó que había sido una brillante anticipación del fascismo.
Han tenido que pasar muchos años más para que lo profético de esta novela alcance toda su verdad y todo su relieve; pues lo que London imaginó en verdad fue esta fase de gran opresión capitalista “democrática” que el mundo está viviendo durante las últimas décadas bajo el “talón de hierro” del Imperio Norteamericano. Su profecía no fue, pues, propiamente, la de la irrupción del fascismo en la escena mundial en aquellos años que desembocaron en la Segunda Guerra Mundial, sino que él hizo y mostró su descubrimiento de la entraña venenosa del capitalismo “democrático”, capaz de albergar en sus urnas todo un mundo de horrores, bajo la enseña del mercado y de la globalización. Es el huevo de esta serpiente lo que London “vio” en su imaginación de gran novelista. ¿Las urnas de la democracia serían, entonces, una especie de sucursales de la Caja de Pandora?
Entre los admiradores de esta insólita novela hay que contar, además de a Trotski, al gran escritor Anatole France, que hizo un prólogo entusiasta para la primera edición francesa, y a Howard Zinn, que ha escrito el prólogo de ésta. (Alfonso Sastre)
Buck, un perro vigoroso y domesticado que vive confortablemente en una soleada mansión de California, es secuestrado para ser vendido como perro de trineo en los fríos páramos de Alaska durante la denominada «fiebre del oro». La llamada de lo salvaje nos narra la dura lucha por sobrevivir en un mundo hostil y salvaje donde Buck sufre el maltrato de los hombres, de los otros perros y de la naturaleza misma.
Finalmente, gracias a su instinto, a su fuerza, y a las lecciones aprendidas, Buck consigue destacar como líder, y recuperar la confianza hacia el ser humano en manos de John Thornton, su último amo, antes de la llamada de lo salvaje?
Tanto La llamada de lo salvaje como Finis, el cuento que completa este volumen, tienen en común el espacio en que se desarrolla la acción: la zona ártica próxima al río Yukón, donde se encontraron los yacimientos que dieron lugar a la “fiebre del oro“. Buck, el perro vigoroso que ha caído en manos de los buscadores de oro, demuestra con la devoción hacia su amo que los perros pueden ser más humanos que el hombre. Muerto su amo, seguirá la llamada del instinto, de la naturaleza ancestral y salvaje, para unirse a su hermano el lobo. [Edición anotada, con presentación y apéndice](*CR*)
Pocos relatos resumen con tanta perfección el mundo aventurero y salvaje de Jack London como Encender una hoguera. Escrito originalmente en 1902 para una revista dirigida al público juvenil, su autor lo pulió y modificó hasta ofrecer su versión definitiva en 1910. Esta historia de un hombre y un perro que avanzan al atardecer por un bosque nevado, a sesenta grados bajo cero, guarda muchos paralelismos con Colmillo Blanco y La llamada de la selva, las dos novelas más populares de London, en las que también hay paisajes invernales, fidelidad del perro hacia el hombre, soledad y muerte. Pero aquí, además, incorpora un matiz inquietante que en ocasiones se acerca al terror. Traducido espléndidamente por Catalina Martínez Muñoz, para ofrecer toda la tensión y el ritmo del original, Raúl Arias transmite con sus ilustraciones la angustia y la soledad de los protagonistas, la ominosa presencia de lo salvaje, el egoísmo humano ante el peligro de muerte y la bondad de un perro que sobresale entre la blancura de este libro invernal, que apetece leer al calor de la lumbre durante los días más fríos del año y al refugio del sol para refrescar los calores veraniegos.